martes, 27 de noviembre de 2007

OLORES

Nada en el correo, nada en el teléfono, ni receptores ni transmisores que validen la información, agarraría el teclado tal y como podría llegar a ser capaz de agarrarte por la pechera o como quisiera que me sujetaras por los hombros.
Llegaste por detrás de mis ideas cojeando, mullido de intenciones y diestro en roce. No te esperaba pero tu fuerte olor a desencuentro te delató. Me sugeriste desprenderme de los párpados que aislan las ganas de conquistar las obviedades, y lo aderezaste con una pizca de sinsentido mientras me retirabas el pelo. A tu merced, ávida de tu aliento, desafortunadamente previsible. Arqueo mi cuello mientras besas mis temores y abrazas mis deseos. La ventisca de sentidos me golpea la cordura, reacciono, me giro, el olor de tu asusencia vuelve a delatarte.
pd: los olores nos agujerean los recuerdos.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

oye! que bella eres.
Si me encanta eso de la transmisión interneuronal y todos sus derivados.. remitiéndome a tus textos, redactas de forma agresiva pero embaucas con frases como: "A tu merced, ávida de tu aliento, desafortunadamente previsible." no puedo callar, usted algo espera y atraes ese objetivo con un estilo visceral.. me gusta,me gusta.

saludos, por cierto; primera vez que comento, infinita vez que te leo!

ovario dijo...

esperar, espero....atraer, atraigo...conseguir, consigo....nada de lo que deseo.
gracias por la lectura...eso alienta.

K209 dijo...

Desde luego que los olores son recuerdo.